Hoy inicio un nuevo camino

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Índice del artículo

¿Qué sientes cuando inicias un nuevo proyecto? Yo siento emoción y nervios.

Emoción porque tengo la posibilidad de ayudar a miles de personas y como consecuencia ayudarme a mí (siempre he creído que la mejor manera de crecer es ayudando a crecer a los demás), y nervios porque todo proyecto nace con un riesgo alto de fracasar.

Y así me siento hoy, porque inicio un nuevo camino que le he nombrado: El camino hacia los 1,000 superfans.

Este será un artículo largo en donde te contaré todo, así que si no tienes mucho tiempo o interés de leerlo, el resumen es que hoy inicio mi Escuela de Ventas por Redes Sociales en modalidad membresía de pago mensual.

Sin embargo, si te interesa conocer todos los detalles de cómo pienso crecer la membresía a 1,000 miembros (sí, te contaré todo), sigue leyendo.

Los temas que trataré en este artículo son:

  1. Mi situación actual
  2. El nuevo proyecto
  3. En qué me fijo al emprender
  4. Precio de la membresía
  5. Los 1,000 superfans

Y con estos temas pretendo explicarte el inicio de la membresía, pero también cada mes te estaré actualizando cómo va el proyecto. Compartiendo mis aciertos, fracasos y el número de miembros con la intención de que aprendas de mí, viéndome caer y viéndome levantarme.

Empecemos.

Mi situación actual

No sé exactamente si me conoces mucho o poco. Sea como sea, te comparto rápidamente a qué me dedico hoy en día:

Desde hace 15 años trabajo en mi propia agencia de marketing digital. En estos 15 años la agencia ha tenido clientes muy grandes y muy pequeños, ha tenido muchos clientes y también muy pocos.

En el equipo hemos sido 30 personas y he sido yo solo.

Y aún con altos y bajos, la agencia me ha dado más alegrías que tristezas. En situaciones difíciles como cuando no hubo dinero para pagar la nómina he considerado dedicarme a otra cosa.

Pero siempre termino decidiendo seguir aquí, porque mi vida sería muy triste si no estoy en algo relacionado a las ventas.

Desde hace 5 años el negocio es estable económicamente. Así que gracias a Dios al menos ya no sufrimos de eso.

Durante 12 años me dediqué a ayudar a clientes principalmente corporativos, de esos que te chupan el alma por la cantidad de trabajo y el nivel de exigencia que te imponen.

Y yo estaba feliz así, tras bambalinas, observando cómo en internet aparecían personajes que te enseñaban a vender por redes sociales.

Aunque veía sus temarios y compraba sus cursos para ver qué más podía aprender para aplicarlo a mis clientes, al tomar sus cursos sentía que algo no estaba bien. Que no enseñaban realmente lo que iba a ayudar y solo se quedaban por encimita.

Cuando digo que sentía que algo no estaba bien, me refiero a que veía que no les importaba el resultado de las personas, solo el resultado propio.

Poco a poco fue creciendo en mí esa necesidad de contar lo que sí funcionaba para mis clientes en distintas industrias.

No sé si lo sepas, soy una persona muy introvertida, pero la necesidad de compartir fue más grande en mí que incluso mis miedos. Así que me lancé a crear mi marca personal en internet, y la gente me aceptó como soy y con mi mensaje.

Cientos de personas empezaron a tener resultados con lo que les compartía. Empecé a ser parte importante del cambio positivo en muchas personas y eso me hacía sentir muy bien.

Cada nuevo taller que sacaba, me esforzaba porque fuera mejor que el anterior, agregando lo más nuevo, lo que estaba funcionando hoy en día.

Capacité a miles de personas tanto de manera presencial como en línea.

Pero llegó la pandemia y mis clientes me empezaron a exigir más mi tiempo. Al venirse una crisis tan dura no me pedían cancelar, sino todo lo contrario, doblar esfuerzos para lograr las metas de ventas.

Y aunque unos meses seguí dando talleres, terminé por ya no hacerlos.

Le podemos llamar cansancio, desenfoque o que le di prioridad al dinero corporativo.

Cualquiera que sea la razón, entiendo que como humanos a veces dejamos a un lado lo que mejor nos hace bien sin siquiera pensarlo, y eso fue lo que me pasó.

Pero después de 6 meses de no dar otro taller, de preguntarme cuál es la mejor manera de ayudar al emprendedor a vender por redes sociales, llegué a la conclusión de que lo lograré con 2 ingredientes:

  1. Capacitación práctica continua
  2. Comunidad de apoyo y motivación

El nuevo proyecto

En la parte de la capacitación práctica, imagina Netflix pero enfocado en contenidos para vender en redes sociales.

Los tipos de contenidos serán cursos en vivo que quedarán grabados, asesorías en vivo, plantillas de trabajo, etc.

Además, me he dado cuenta que no solo necesitamos contenidos para triunfar.

Falta una comunidad que te apoye y te motive. Ya lo comprobé.

En 2019 armé un grupo exclusivo de 12 agencias para apoyarnos y motivarnos porque a todos nos pasa que nos desanimamos cuando las cosas no salen como queremos en nuestros negocios y de vez en cuando necesitamos que nos digan cómo desatorar un problema o una chispa de motivación para levantarnos.

De este grupo han salido grandes transformaciones a nivel económico, por ejemplo Richard, que pasó de no poder cubrir los gastos fijos de su agencia, a lograr ganancias de $150,000 MXN ($7,500 USD) mensuales.

Por eso sé que la capacitación práctica, acompañada de apoyo y motivación en comunidad son la fórmula perfecta para lograr nuestros resultados.

En relación al equipo de trabajo, empezamos 2 personas, Sandy y yo.

Ella me aporta la estructura y disciplina para darle orden a mi desorden creativo y a no desenfocarme cuando me distraigo.

Juntos definimos la estrategia de contenidos tanto públicos como privados, y juntos operaremos la membresía.

En qué me fijo al emprender

¿Por qué una membresía y no una taquería?

En mi caso, al emprender un nuevo negocio (sea por necesidad o por gusto), me fijo en estas características:

  1. Que sea escalable: Es decir, que al ir creciendo no necesites crecer tanto tus gastos
  2. No tener inventario: Así no tengo dinero detenido en producto ni tengo merma
  3. De conocimiento: Me gusta siempre aprender más y vender lo que tengo en la cabeza
  4. Sin dependencia geográfica: Debe poderse operar aquí y en China. Y debe poder vender en cualquier país sin trámites extras
  5. Que aporte al mundo: Me hace sentir bien como persona

Como puedes ver, la membresía encaja perfectamente en lo que me fijo.

Y no quiere decir que tú también te debes fijar en estas características. Solo te las comparto por si alguna te sirve e invitarte a que pienses en las tuyas para que tengas claro si actualmente estás en el negocio que quieres.

Y si no estás en el negocio que quieres, búscalo de acuerdo a las características que hayas definido. La vida es muy corta para tener un negocio que no quieres tener.

Precio de la membresía

El precio inicial de la membresía será de $12 USD mensual para un grupo muy pequeño.

El plan es aumentar el precio a medida que la membresía vaya siendo más completa.

¿Cómo es eso?

La membresía empieza hoy 7 de junio sin cursos, solo con asesorías grupales en vivo.

Empiezo así porque es una de las cosas que sé que más le interesa a la gente: poder preguntarme en vivo cosas específicas de su negocio.

Será una etapa de muy pocos miembros que al confiar desde el principio en mí, aprovecharán mi mayor atención a un precio muy económico, ya que el precio actual de mis asesorías individuales de 45 minutos es de $150 USD.

¿Cuántos seremos en las primeras asesorías? No lo sé, tal vez 1, tal vez 4, tal vez más.

Un mes después lanzo mi curso de segmentación avanzada solo para miembros de la membresía manteniendo el precio de los $12 USD.

Elegí iniciar con este curso ya que es el tema con el que más batalla la gente, y además, es el tema que más interesa.

La intención de mantener ese precio es porque quiero ya empezar a generar volumen.

Aún no defino expectativas, pero si ya somos 50 miembros para ese entonces, yo encantado.

Un mes después del curso de segmentación, vendrá el 2do curso, que aún no defino la temática porque prefiero ponerlo a votación entre la comunidad.

Y ahí sí, al lanzar ese 2do curso, empezará a subir el precio de la membresía.

Los 1,000 superfans

El concepto de los 1,000 superfans no es mío. Kevin Kelly lo llamó en el año 2008 «1,000 true fans» (1,000 fans verdaderos).

Y se refiere a que cualquier persona necesita «solamente» 1,000 fans verdaderos que te paguen $100 dólares cada año para vivir cómodamente.

No se refiere a 1,000 seguidores en redes sociales ni 1,000 likes. Sino 1,000 personas que les guste tanto lo que haces, que te paguen $100 dólares al año cada una, dando una venta en el año de $100,000 dólares.

No significa que el pago lo hagan anual, mensual o con alguna periodicidad, simplemente que a lo largo del año te hayan pagado esa cantidad.

Puede ser que lo hagan en un solo pago, o puede ser que vendas algo de $10 y te lo compren 10 veces.

Desde la primera vez que leí sobre este concepto, quedé enamorado.

Aunque la palabra fans no me gusta porque no me siento estrella de rock, la adopté porque creo que da a entender en una palabra tan corta lo que se quiere decir.

Yo cambié un poco el nombre que utilizó Kevin y le llamé «1,000 superfans», porque en la actualidad, fans puede llamarse a los seguidores en redes sociales, pero los superfans son los que están dispuestos a abrir su cartera por ti.

Y así, en solo 2 palabras se encierra mi meta, lograr que la membresía consiga a 1,000 superfans que me permitan ayudarles a vender por redes sociales.

El camino que empiezo a recorrer no es fácil y no está escrito.

Es un camino donde me caeré y necesitaré fuerza y disciplina para continuar, pero que si no desisto, me llevará a la meta.

¿Qué piensas? ¿me acompañas en el camino?

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